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A
pesar de una creciente preocupación de los gobiernos
de la región de las Américas
en relación a los niveles de consumo de drogas en sus poblaciones y de los problemas sociales
y de salud
derivados de las drogodependencias, las actuaciones en el campo de la reducción de la demanda, en general, siguen siendo insuficientes
para atender al conjunto de la población.
Además de existir una permanente precariedad presupuestaria impuesta por los
ajustes permanentes al gasto público, el proceso de toma de decisiones, de
planificación y de ejecución de las políticas se ha desarrollado
tradicionalmente en los niveles de la administración central del Estado, con
el consiguiente problema de distancia y de adaptación de las políticas a las
características y problemas específicos de cada región, departamento o
municipio, alejándose de la realidad y del entorno más próximo al ciudadano.
Tres son los parámetros que la realidad impone a las acciones a desarrollar
en el ámbito social y de salud en
las
Américas, y más específicamente de
la reducción de la demanda de drogas:
En la mayoría de los
espacios de intervención nacionales, las políticas sobre consumo de drogas
han tenido una evolución reciente, desigual y todavía embrionaria en la
región de las Américas. A pesar de en los países se han ido desarrollo
dichas políticas, el problema de las drogas no se sitúa como una prioridad
en las agendas políticas y por lo tanto, se reciben bajos niveles de
inversión pública.
Para acercar el diseño, ejecución y seguimiento de las políticas, principalmente en materia de prevención y de integración social, al ámbito de intervención de la administración pública más cercano a los ciudadanos y a sus problemas, es decir, el ámbito local, un grupo importante de países de la región han realizado avances importantes hacia la descentralización o desconcentración de la política nacional sobre consumo de drogas (Proyecto de descentralización de las políticas de drogas y proyecto SAVIA-Drogas de la CICAD/DGPNSD/AECID). Sin embargo, sigue consistiendo un reto necesario la consolidación de dichas políticas locales y la sostenibilidad de sus esquemas de financiación, debido fundamentalmente a la ausencia de acuerdos estables de transferencias presupuestarias desde el nivel central del Estado y a la deficiente articulación con otras políticas sociales de ámbito local que puedan garantizar su eficacia y continuidad.
Las dificultades para movilizar y disponer de medios económicos para programas de drogas y la falta de recursos humanos suficientemente preparados para desarrollar este trabajo especializado son algunos de los problemas que reiteradamente aparecen en la realidad local en Latinoamérica y que han sido identificados por los responsables nacionales y locales a lo largo del desarrollo del proyecto SAVIA. Por ello, los elementos más necesarios para consolidar el proceso de trabajo en el ámbito local en materia de drogas siguen siendo:
Mayor formación para el fortalecimiento de la capacidad de los actores locales en los diversos ámbitos de actuación local en materia de consumo de drogas.
Recursos suficientes para financiar las acciones de las políticas locales sobre drogas.
actualizado el 10/9/2019 5:45:39 PM